19.3.09

Violencia...Violencia...Violencia...


Hace unos días leyendo un diario de España por Internet, encontré una nota que decía que nuestra sociedad era la más violenta de la historia. En esta pagina, debajo de la nota, había comentarios sobre la misma, y unos muy acertados se preguntaban sobre qué se tomaba como parámetro para determinar que esta sociedad era la mas violenta de la historia, siendo que por ejemplo los romanos mandaban a luchar a muerte a quienes eran apresados por haber cometido algún delito o por ir en contra de la ideología de la época. Entonces me puse a pensar, y me di cuenta de que tal vez no sea la sociedad mas violenta de la época, tal vez sea solo que ahora las noticias llegan a todos lados y se nos muestran todas las historias, que antes no podían ser contadas.
Pero nuevamente me puse a pensar si servia de algo preguntarnos si esta era la sociedad mas violenta de la historia, como si esto nos hiciera cambiar en algo. Pensé en que tal vez no sea necesario llegar al extremo de ser “la más violenta” de la historia, con solo estar un tiempo en la calle nos damos cuenta de que habría que hacer algo por cambiar esto, por disminuir la violencia que la sociedad en su totalidad genera. No solo violencia física, sino también psicológica, moral, etc. Ya que no solo es violencia la agresión física ni verbal. Violencia puede ser también que un niño no pueda ir a estudiar porque tiene que trabajar para su padre, o que un niño pueda ir a una escuela, pero no tenga los medios para conseguir el material de estudio que debería tener.
Este último ejemplo, muchas veces terminaría en violencia física. Por ejemplo, ese niño tampoco puede tener un juguete que en la tele muestran, un juguete que lo va a hacer muy feliz como la tele lo muestra. Este niño empieza a frustrarse de pequeño, quiere eso pero la sociedad se lo niega, le muestra el dulce pero le da una bofetada cada vez que se acerca a él.
Ese niño va a crecer, va a crecer en una sociedad que le niega todo, hasta que se da cuenta de que hay una forma de obtener lo que desea, que solo debe conseguir dinero y eso lo lleva a todo lo que la sociedad ofrece. Se podrá vestir bien, podrá conseguir el mejor televisor, el mejor equipo de música, etc. Hará cualquier cosa para obtener ese tan preciado dinero, que le dará la “felicidad” que el tanto desea.
Pero también existen en esta sociedad aquellos niños que nacen teniéndolo todo y crecen teniéndolo todo. Estos niños crecen con los juguetes que la tele ofrece, crecen teniendo todo lo material que necesitan, mientras su padre pasa su tiempo en viajes de negocios y su madre pasa su tiempo con sus amigas en el house del country.
Son criados por una persona paga, que un día es reemplazada por otra. Estos niños engendran violencia, violencia por no haber sido escuchados, por no tener contención, por tenerlo todo y no tener nada. Y, como los demás niños, estos también crecen. Crecen en la sociedad que les quito el afecto, que no les puso limites, y ¿como hacer para enderezar un árbol ya crecido?, es casi imposible. Entonces consumen drogas para olvidar, concurren a psicólogos, pelean para descargar toda la ira que fueron engendrando.
Violencia, violencia y más violencia. No es la causa de los problemas, sino su forma de mostrarse. El problema es algo mucho mas profundo.
Somos la sociedad mas violenta de la historia… ¿A quien le importa? ¿Al niño que muere de hambre, sin juguetes y crece deseándolo todo? ¿O al niño que crece como quiere, pero luego se da cuenta de que no tiene nada? ¿O le importa a las cadenas que venden seguridad, así incrementan sus ventas?
Quien sabe…
(Foto: "Las manos de Protesta" de Oswaldo Guayasamín)

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